lunes, 10 de enero de 2011

VER

Me ha sucedido muchas veces en la vida que pasado el temporal del tiempo puede una ver con mayor claridad, todo coincide, incluido, incluido y mucho, aquello que nos pareció injusto, nos causó dolor o nos pareció un costo muy caro. Hoy, me sucede lo mismo, pero en el instante mismo en que lo estoy viviendo. Me percato, por ejemplo, de todo lo que no quiero: no quiero mi vínculo con Verónica de la manera en que estaba siendo y tampoco quiero mi vínculo con mi hija de la forma en que las circunstancias han hecho que sea. Tampoco quiero recaer en el vínculo que tuve con mi madre porque no quiero volver atrás en ningún sentido, ni quiero seguir recortándome pedazos en pos de los demás-aunque sean los que más amo-. 

La terapia que realicé hace unos años fue una bendición que en estos momentos se hace visible para  mi con gran intensidad. Mucho más, infinitamente más que rehabilitarme del alcohol que es tan sólo un síntoma. 

Se también a que no voy a renunciar independientemente de cuales sigan siendo los factores externos y las vicisitudes de mi vivir, elementos que mi espíritu atrae magnéticamente. Siento que es el aprendizaje que mi Ser necesita para ascender, así como he reparado aquí, también lo hago en aquella otra dimensión desde donde venimos y hacia donde vamos.

" No puedo escapar del conocimiento.
Soy mi sola memoria, sin sorpresa.
El buscado esplendor: ni la extensión ni el otro:
el otro era yo que me esperaba. Vuelvo a escribir:
Dánae teje el tiempo dorado por el Nilo."

( En: Abuso de  confianza, poemario de Angel Escobar, poeta cubano.)  


miércoles, 5 de enero de 2011

Existencia

Junto a los estanques de musgos y hiedras oscilantes


la evocación de su cuerpo que fue tan mio -miel infernal- es el último resquicio, renunciar a ello, despedirse de la materia. Muerte. Muerte sagrada que acoge incluso a una pagana como yo. Abrir la boca como en un beso ávido y silencioso, la respiración contenida, su saliva en mi lengua y  la siega, la guadaña despejando el sendero de la vida. La presencia espectral se dirige a mi interior y despierta mis emociones más tiernas, son como un abanico que se mueve; bello, calmo. Y siento que, cada orgasmo que nos dimos fue una parte del alma


el agua busca su fluido , una salida hasta pulir la piedra y horadarla 


la evocación de su cuerpo que fue tan mio 
le traigo hacia ese manantial pequeño y detenido
le tiendo sobre la roca  pulimentada
miro su ombligo y su pubis
y en sus pechos brotan rosas sin espinas.