Me ha sucedido muchas veces en la vida que pasado el temporal del tiempo puede una ver con mayor claridad, todo coincide, incluido, incluido y mucho, aquello que nos pareció injusto, nos causó dolor o nos pareció un costo muy caro. Hoy, me sucede lo mismo, pero en el instante mismo en que lo estoy viviendo. Me percato, por ejemplo, de todo lo que no quiero: no quiero mi vínculo con Verónica de la manera en que estaba siendo y tampoco quiero mi vínculo con mi hija de la forma en que las circunstancias han hecho que sea. Tampoco quiero recaer en el vínculo que tuve con mi madre porque no quiero volver atrás en ningún sentido, ni quiero seguir recortándome pedazos en pos de los demás-aunque sean los que más amo-.
La terapia que realicé hace unos años fue una bendición que en estos momentos se hace visible para mi con gran intensidad. Mucho más, infinitamente más que rehabilitarme del alcohol que es tan sólo un síntoma.
Se también a que no voy a renunciar independientemente de cuales sigan siendo los factores externos y las vicisitudes de mi vivir, elementos que mi espíritu atrae magnéticamente. Siento que es el aprendizaje que mi Ser necesita para ascender, así como he reparado aquí, también lo hago en aquella otra dimensión desde donde venimos y hacia donde vamos.
" No puedo escapar del conocimiento.
Soy mi sola memoria, sin sorpresa.
El buscado esplendor: ni la extensión ni el otro:
el otro era yo que me esperaba. Vuelvo a escribir:
Dánae teje el tiempo dorado por el Nilo."
( En: Abuso de confianza, poemario de Angel Escobar, poeta cubano.)